domingo, 28 de noviembre de 2021

Presentando al Dios real - Joseph Prince


Presentando al Dios real

Cuando bajó del monte, le siguió mucha gente. Y he aquí, un leproso se acercó y lo adoró, diciendo: "Señor, si quieres, puedes limpiarme". Entonces Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Quiero; ser limpiado ". Inmediatamente su lepra fue limpiada.
Mateo 8: 1-3

Hoy en día hay muchas cosas malas en creer acerca de quién es Jesús. Te estoy pidiendo que deseches toda idea, concepto e imagen que puedas tener de un Jesús “religioso”. Permítame presentarle al verdadero Jesús, porque aquí es donde todo comienza. No me refiero al Jesús religioso del que quizás hayas oído hablar cuando eras pequeño, sino al verdadero Jesús que caminó por las polvorientas calles de Jerusalén y sobre las embravecidas aguas de Galilea.

Él era aquel con quien los enfermos, los pobres, los pecadores, los desamparados y los marginados gravitaban instintivamente y se sentían cómodos con él. Él era Dios encarnado y manifestó el amor tangible de Dios. En su presencia, aquellos que eran imperfectos no le tenían miedo, ni sentían juicio o condenación de parte de él. A aquellos que lo buscaron en busca de sanidad, restauración y suministro, sin importar su pasado o trasfondo, Él siempre les extendió un corazón y una mano amorosos y compasivos y suplió en exceso su necesidad.

Al contrario de lo que mucha gente piensa, no es necesario ser "religioso" para tener acceso a Dios y su ayuda. De hecho, cuanto menos "religioso" seas, mejor. El verdadero Jesús no vino para traer una nueva religión. No vino para que lo sirvieran ni lo atendieran. No, vino a servir, y sirvió.

El verdadero Jesús creó el universo con una orden y orquestó los caminos de cada planeta para que ninguno chocara. Él tenía todo el derecho de exigir servicio de aquellos que Él creó, sin embargo, proveyó servicio. Se inclinó y con sus propias manos lavó la mugre y la suciedad de los pies de sus discípulos. Más tarde, esas mismas manos serían traspasadas con ásperos clavos en la cruz, y Él con Su propia sangre nos lavó de la mugre y la inmundicia de todos nuestros pecados al tomarlos sobre Su propio cuerpo. ¡Qué lejos del Dios que condena, juzga y critica, que muchos han descrito que es!

Este es el verdadero Jesús, totalmente diferente a lo que a muchos de nosotros se nos ha enseñado acerca de Dios. Él está dispuesto y es capaz de satisfacer tu necesidad hoy y amarte en plenitud.

1 comentario:

  1. Saludos en Cristo, queria pedirle si tiene PDF para descargar y como de Joseph Prince pues me es de mucha bendicion. Gracias mi correo es jeremias2022@yandex.com

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