Discernimiento y sabiduría
Ten mucho cuidado, pues, de cómo vives, no como insensato sino como sabio, aprovechando cada oportunidad, porque los días son malos. Por tanto, no seas necio, sino que comprendas cuál es la voluntad del Señor.
Efesios 5:15-17, NVI
Hablamos sobre cómo nos mantenemos seguros y protegidos cuando no actuamos con presunción o irresponsabilidad, sino que nos apoyamos en la sabiduría de Dios. El mismo Señor Jesús nos demostró esto. Cuando el diablo trató de tentarlo para que saltara del pináculo del templo, citando las Escrituras para decir que se suponía que los ángeles debían llevarlo en alto, nuestro Señor Jesús respondió diciendo: “Las Escrituras también dicen: 'No debes probar al Señor tu Dios'” (Mateo 4: 7, NTV). Del mismo modo, no probemos al Señor tomando decisiones irresponsables e imprudentes que ignoren la Palabra escrita de Dios o el consejo piadoso hablado sobre nuestras vidas.
Cuando Su sabiduría lo guía, el Señor puede protegerlo de tomar decisiones imprudentes. Por ejemplo, alguien puede ofrecerle "la oportunidad de inversión de su vida". En la superficie, todo parece estar bien y puede parecer una oportunidad legítima que no debe perderse. Pero antes de que se apresure a comprometerse con algo, ¿puedo animarlo a que primero le pida al Señor Su sabiduría y dirección?
Hay un principio del que podemos aprender en Isaías 11, donde dice del Señor que “el espíritu de sabiduría e inteligencia” reposará sobre Él, y “Él no juzgará por lo que ven sus ojos, ni tomará una decisión por lo que Sus oídos oyen” (Isa. 11: 2-3, LBLA). Verá, hay un discernimiento y sabiduría del Señor que va más allá de mirar la apariencia externa de un asunto. Cuando lo invoques, Él te responderá y te dará una respuesta de paz. Si no te sientes en paz para continuar, no permitas que nadie te presione para que tomes una decisión de la que te arrepentirás.
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