miércoles, 12 de agosto de 2015

Nuestra Justicia es Superior que la de los Fariseos

Mateo 5:20
20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.


Los escribas y fariseos eran 2 grupos religiosos judíos que se caracterizaba el primero por un amplio conocimiento de la lay y el segundo por un vivir estricto de la ley.

Era gente que se consideraba superior por conocer la ley y cumplirla y Jesús le dice a su auditorio en el monte: "Si tú justicia no es superior a la de ellos no podrás entrar en el reino de los cielos."

Estoy seguro que los judíos que escucharon esto pensaron: "¿Y ahora?"

Si el estricto cumplimiento de la ley no alcanzaba, ¿que podían hacer ellos?

Uno de los más grandes fariseos que existieron, Saulo de Tarso, conocido luego como el Apóstol Pablo escribió esto:

Filipenses 3:4-9
4 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más:
5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.

Pablo tenía un curriculum vitae impresionable, judío, de la tribu de Benjamin, fariseo de fariseos, en cuanto a la justicia que es por la ley irreprensible, pareciera que todo esto lo hacía candidato para ir al cielo.

Pero él cambió toda esta justicia propia que era por el cumplimiento de la ley por una justicia diferente la cual viene por la fe en Jesucristo.

Vemos que hay dos cases de justicias una que es por la ley y otra que viene por la fe en >Jesucristo.

Jesús había dicho que la justicia superior a la de los escribas y fariseos es la que nos haría entrar al reino de los cielos; y esa es la justicia que tenemos por la fe en Jesucristo.

En la parábola del fariseo y el publicano vemos que la justicia que es por la ley no funciona:

Lucas 18:9-14
9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:
10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.
11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. 

El fariseo pensaba que el cumplimiento estricto de las obras de la ley lo justificaría, pero eso no sucedió así, el publicano que fue desnudo ante Dios, sin obras que presentarle fue el que terminó siendo justificado.

El fariseo necesitaba una justicia mayor que la que tenía.

¿Cual es la justicia que nos justifica ante Dios?

Romanos 4:1-5
1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?
2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.
3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

Hay una justicia que viene sencillamente por creerle a Dios, ¿que cosa le creemos a Dios? Sencillamente el Evangelio.

Abraham le creyó a Dios y le fue contado por justicia.

Gálatas 3:6-9
6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
7 Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.
8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.
9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.

Dios le predicó a Abraham de antemano el Evangelio, y Abraham sencillamente le creyó a Dios y fue justificado.

No es cuestión de las obras que hagamos es cuestión de la obra terminada de Cristo.

Recordemos lo que Pablo dijo en 2 Corintios:

2 Corintios 5:21
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Jesús fue hecho pecado por nosotros, para que en Él fuesemos hechos la justicia de Dios.

Nuestra justicia es superios a la de los escribas y fariseos porque no se basa en nuestras obras, se basa en la obra de Cristo. 
  

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