jueves, 17 de diciembre de 2015

Cristianos Bipolares


Gálatas 3:1-5
1 ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?
2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?
3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano.
5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?

Una de las cosas más interesante en este tiempo es encontrarme con los "cristianos bipolares"; por un lado creen que la salvación viene de Jesucristo pero por otro lado piensan que deben guardar la ley para mantenerse salvos.

Es decir su mente tiene dos polos, un polo es la fe en la obra de Cristo en la cruz y la otra se encuentra la ley de Moisés.

Pablo se encontró con este mismo problema en las iglesias de Galacia; él les había predicado claramente la obra de Cristo en la cruz pero ellos se habían ido tras la enseñanza de los judaizantes quienes enseñaban que para ser salvos había que circuncidarse y guardar toda la ley de Moisés.

En los grupos de facebook me encuentro con estas personas; creen que Cristo les salvó, pero piensan que no es suficiente, que es necesario guardar la ley para justificarse.

El día de hoy el énfasis no es tanto en la circuncisión sino en el decálogo o los diez mandamientos.

Pregunté en un grupo de facebook: ¿En qué lugar de la Biblia dice que los gentiles deben guardar los 10 mandamientos? Y ninguno pudo responder, escribieron muchas cosas o versículos fuera de contexto pero ninguno pudo responder. ¿Por qué? Porque en la Biblia no existe tal cosa como que los gentiles deben de guardar los 10 mandamientos.

¿Para quien fueron dados los 10 mandamientos?

Para responder esta pregunta debemos ir a Deuteronomio 5:

Deuteronomio 5:1-3
1 Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra.
2 Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb.
3 No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos.

Moisés está en la última etapa de su vida, recordando lo que pasó hace 40 años cuando Israel salió de Egipto.

Les dice que Dios hizo un pacto con exclusivamente con ellos en Horeb. Un pacto que ni siquiera había hecho con sus padres (Abraham, Isaac y Jacob); sino como dice Moisés: "Con todos los que estamos vivos hoy."

Les está diciendo que este pacto era algo nuevo, algo que no existió antes, y les empieza a enunciar el pacto.

Entre los versos 4 y 21 vemos que ese pacto es lo que llamamos el decálogo o los diez mandamientos.

Veamos el verso 22: "Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí."

Estas leyes, que fueron escritas por el dedo de Dios en dos tablas de piedra fueron exclusivas para el pueblo de Israel.

Veamos lo que dice Pablo en Romanos:

Romanos 5:12-14
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.
14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.

Entonces vemos que hasta Moisés no hubo ley; la ley empezó con él, así que la ley tuvo un inicio; aunque también tuvo un fin.

Romanos 10:1-4
1 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
2 Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

Pablo está diciendo aquí que el pueblo de Israel aunque tenían celo de Dios no lo hacían correctamente, porque no tomaban en cuenta la justicia de Dios sino que procuraban establecer la suya propia mediante el cumplimiento de la ley, sin darse que el fin de la ley es Cristo.

Eso es lo que hacen muchos que se dicen cristianos hoy y que quieren justificarse ante Dios mediante el cumplimiento de la ley, están estableciendo su propia justicia por no entender que la ley llegó a su fin con Cristo.

Gálatas 3:19-26
19 Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.
21 ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.
22 Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.
23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,
26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.

Vemos que la ley tuvo un propósito, fue añadida a causa de las transgresiones; pero también tuvo una terminación, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa.

La ley no está en contra de las promesas de Dios, pero la ley no puede dar vida, la ley lo encerró todo bajo pecado para que recibamos la promesa por la fe en Jesucristo.

Antes que llegase la fe estábamos confinados bajo la ley, es decir la ley fue como un ayo que nos llevó a Cristo.

Pero ahora que llego la fe (en Cristo) ya no tenemos la necesidad de un ayo, es decir, ya no tenemos necesidad de la ley.

Pero estos creyentes bipolares no entienden esto; la sangre de Cristo no fue suficiente, para ellos la cruz no fue suficiente, necesitan de la ley como un valor agregado.

El problema es que al hacer esto se ponen ellos mismo bajo maldición pues nadie es capaz de cumplir con la ley.

Gálatas 3:10-12
10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.

Ellos mismo entran en la maldición de la ley porque esta exige que uno haga todo lo que está escrito en ella, sin fallar. y nadie puede. Sin darse cuenta de lo sencillo que es la solución.

Gálatas 3:13-14
13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero.
14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

La solución es Cristo, Él ya nos redimió de la maldición de la ley, ya no tenemos que estar luchando para cumplir la ley para estar bien con Dios.

Esa maldición de la que nunca podíamos salir por nuestra imperfección en cumplir cabalmente toda la ley ha sido rota por la cruz de Cristo.

Deja yaesa bipolaridad y centra tu mente y todo tu ser en una sola persona Jesucristo.

lunes, 14 de diciembre de 2015

El Evangelio Revelado en la Anunciación del Nacimiento de Jesús


Una pregunta importante en este tiempo el ¿que es el Evangelio?

Si vamos a la definición más simple, el Evangelios es una buena noticia, o "buenas nuevas".

En el Nuevo Testamento encontramos esta palabra 115 veces, y en todas se ve conectada con el buen mensaje acerca de Jesucristo.

En Lucas 2 podemos ver como el Evangelio fue anunciado por los ángeles:

Lucas 2:8-20
8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14 ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 
15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Los ángeles aquí dicen dos cosas principales:

1. Dios ha enviado al mundo a un Salvador, a Cristo el Señor (versículo 11).

2. Dios ha mostrado paz y buena voluntad para con los hombres (versículo 14).

Cuando Dios anuncio el nacimiento de Jesús le dijo estas cosas a José y María.

Mateo 1:18-25
18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros.
24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS. 

Vemos que este anuncio del ángel Gabriel es similar al de los ángeles a los pastores, Dios enviando a Su Hijo para salvar al mundo de sus pecados.

El Evangelio muestra el favor y la buena voluntad de Dios para con los hombres; Dios ya no tiene nada en contra del hombre sino que abrió un camino por medio de Jesucristo.

Romanos 1:16-17 
16 Porque no me averguenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 
17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

El Evangelio de Jesucristo es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; las buenas noticias acerca de Cristo para todo aquel que cree.

2 Corintios 5:17-21
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Este Evangelio glorioso nos dice que Dios no tiene nada contra nosotros, nuestros pecados no son tomados en cuenta porque en Cristo Dios ha reconciliado al mundo consigo mismo, al poner nuestros pecados en Él.

El hombre no tiene que hacer nada, la buena voluntad de Dios está ya provista para él; solo debemos creerle para recibir de una vez y para siempre esa vida eterna que proveyó para nosotros.