“Ningún arma forjada contra ti prosperará, y toda lengua que se levante contra ti en juicio tú la condenarás. Esta es la heredad de los siervos del Señor, y su justicia viene de mí ”, dice el Señor.
Isaías 54:17
Una vida que se basa en el evangelio de Jesucristo es inquebrantable. Cuando edificas tu vida sobre el evangelio, estás edificando sobre una base sólida que te dará estabilidad y el poder de Dios para avances duraderos (ver Romanos 1:16).
Puede que estés atravesando una temporada extremadamente difícil en este momento. Quizás estás leyendo esto y acabas de recibir un informe médico negativo, o quizás estás rodeado de circunstancias desafiantes en tu lugar de trabajo. Quiero animarte a decir esto por fe: "Soy demasiado bendecido para estar estresado". Ahora invita a nuestro Señor Jesús a tu situación. Involúcrelo en su área de necesidad. Ya sea que necesite una curación, una provisión o un gran avance en la relación, vea y crea que el Señor está con usted.
Mi querido amigo, no confíe en su propio entendimiento. En cambio, apóyate completamente en el que está más interesado en tu éxito que tú. El libro de Proverbios nos dice: “Torre fuerte es el nombre del Señor; los justos corren hacia ella y quedan a salvo” (Prov. 18:10). Corre hacia Él y deposita todas tus preocupaciones sobre Él, porque Él se preocupa por ti. Habla conmigo esta promesa de Dios que se encuentra en las escrituras de hoy en tu situación en este momento: “Ningún arma forjada contra ti prosperará, y toda lengua que se levante contra ti en juicio, la condenarás. Esta es la herencia de los siervos del Señor, y su justicia viene de mí, dice el Señor". ¡Amén y amén!
Medita en la última línea de esta poderosa escritura. En el nuevo pacto de gracia, tu justicia proviene del mismo Señor Jesús. Ahora, cuanto más comprenda su justicia en Cristo, más experimentará Su promesa en las Escrituras de hoy.
Lo contrario es cierto. Cuando el pueblo de Dios no está establecido en su identidad justa en Cristo, se vuelve susceptible a las armas del enemigo. Armas como enfermedad, carencia, culpa, condena, miedo, depresión y todo tipo de trastornos y adicciones. Por eso es tan importante estar seguro de estar escuchando el verdadero evangelio. La Palabra de Dios proclama que ninguna de estas armas, incluso si ya se han formado, prevalecerá contra ti. ¡Y toda acusación infundada, toda mentira maliciosa y toda acusación falsa que condenarás! El enemigo no tiene control sobre tu vida. Dios lo hace, ¡y lo mantiene unido!
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