viernes, 22 de octubre de 2021

El poder de los pensamientos redentores - Joseph Prince


El poder de los pensamientos redentores

Fija tus pensamientos en lo que es verdadero, honorable, justo, puro, hermoso y admirable. Piensa en cosas excelentes y dignas de elogio.
Filipenses 4: 8, NTV

¿Qué películas mentales estás jugando en tu cabeza hoy? ¿Son pensamientos de derrota y desesperación o pensamientos de victoria y favor? La fe es simplemente decir lo que Dios dice sobre ti y ver lo que Dios ve en ti y en tu situación.

Se necesita un pensamiento para sanar un pensamiento. A diferencia del mundo, que te enseña a vaciar tu mente para lograr la paz, la manera de Dios es llenar tu mente con pensamientos frescos, poderosos y redentores.

El apóstol Pablo nos dice: “Fija tus pensamientos en lo que es verdadero, honorable, recto, puro, bello y admirable. Piensa en cosas excelentes y dignas de alabanza” (Filipenses 4: 8 NTV). Por lo tanto, no se trata solo de borrar los malos pensamientos con la fuerza de voluntad. Se necesita un pensamiento para reemplazar un pensamiento. Se necesita una creencia correcta para reemplazar una creencia incorrecta. Necesitas la verdad de Dios para reemplazar las mentiras del enemigo que te han mantenido en cautiverio.

Amigo mío, si un pensamiento erróneo, malo o negativo se aloja en tu mente hoy y parece que no puedes deshacerte de él, ¡deja de intentarlo! Quizás esté acostado en una cama de hospital y no puedas evitar pensar en el peor de los casos. Estás intentando suprimirlo, pero no funciona. Bueno, ¡detente! Deja de intentar borrarlo de tu mente. Eso simplemente no funcionará. Lo que debes hacer es reemplazar ese pensamiento destructivo con un pensamiento que proviene de Dios. Esa es la única forma de lidiar con un pensamiento equivocado y comenzar el proceso de curación.

Empieza a meditar en verdades como: “Ciertamente Jesús tomó mis enfermedades y se llevó mis dolores. El castigo por mi integridad cayó sobre él, y por sus llagas fui curado. Él me saciará con larga vida” (ver Isaías 53: 4-5 y Salmo 91:16). ¡Empiece a reproducir películas mentales de cómo te recuperas, recibes el alta del hospital, te divierte con tus hijos o te vas de vacaciones!

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