sábado, 5 de agosto de 2017

Día 46 - 100 Días de Favor (Joseph Prince)

Si has creído en Cristo no puedes perder tu comunión con el Padre, recuerda que no la obtuviste por ninguna obra que hayas hecho sino por la obra de Cristo.


Día 46
Tú no puedes perder la comunión con Dios

Versículo de Hoy
Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable... 
- Daniel 9:24

Hay algunos cristianos que creen que puedes perder la comunión con Dios cuando pecas, y que necesitas confesar tu pecado a Dios y obtener el perdón para hacerte justo de nuevo. Ellos afirman que tu relación con Dios no se rompe cuando peca, pero la comunión con Él sí, entonces necesitas confesar tu pecado para restaurar la comunión con Él.

Como creyente del nuevo pacto, tú no eres justo sólo hasta tu próximo pecado. ¡Tú tienes justicia eterna!

Aunque esta afirmación suena como algo muy bueno, creer que tu comunión con Dios se rompe cuando pecas afectará tu capacidad de comparecer ante Su trono de gracia para recibir de Él. En realidad, a las palabras "relación" y "comunión" tienen la misma raíz griega "koinonia". Esto significa que incluso fallando, tu relación y comunión con Dios no se rompe. ¿Por qué? Porque todos tus pecados y fracasos fueron pagados en la cruz. ¿Cómo puedes perder tu justicia en Cristo cuando ella se basa enteramente en Su obra perfecta y no en tu imperfección?

Para cerciorarse de cómo tenemos justicia eterna en Cristo, lea la profecía en el libro de Daniel sobre la obra de Jesús en el Calvario. Daniel 9:24 describe la misión de Jesús en términos claros: "... para hacer cesar la transgresión, para dar fin a los pecados, para expiar la iniquidad, para traer la justicia eterna." Amado, podemos alegrarnos hoy, porque Jesús Cumplió cada letra de esa profecía. La sangre de toros y machos cabríos en el antiguo pacto sólo garantizaba justicia temporal y limitada para los hijos de Israel, y; es por eso que a cada nuevo error, los sacrificios tenían que ser repetidos.

En el nuevo pacto, la sangre de Jesús pone fin al pecado y nos da justicia eterna. Escucha con atención: Jesús no tiene que ser crucificado nuevamente siempre que fallas pues todos los pecados ya se han pagado en la cruz. Necesitamos confiar que Su obra consumada es completa y perfecta. Hoy, como creyente del nuevo pacto, tú no eres justo sólo hasta tu próximo pecado. ¡Tú tienes justicia eterna!

Oración de hoy
Padre, te doy gracias porque la sangre de tu Hijo Jesús puso fin al pecado y me dio ¡justicia eterna! Y como tengo este don de la justicia eterna que no depende de mis obras, mi comunión contigo no puede ser rota, aun cuando haga mal. Aún puedo venir a Ti con osadía para recibir gracia y ayuda. ¿Cómo no podría ser victorioso en la vida con tu gracia y ayuda?

Pensamiento de hoy
¡Como estoy en Cristo, tengo justicia eterna!


Tomado del libro 100 días de favor de Joseph Prince

Puedes leer aquí las entradas anteriores:


Día 45 - 100 Días de Favor (Joseph Prince)

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