Hace algunos años cuando se empezó a predicar el mensaje de gracia la gente empezó a decir: "Todo es por gracia". Y empezaron a decir que todo inclusive a la fe era una obra. Suena muy bonito, pero el único problema es que la Biblia dice que es por fe para que sea por gracia.
Romanos 4:13-16
13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.
14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.
13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe.
14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.
15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.
Es sorprendente como la gente separa la fe y la gracia como si fueran dos grandes enemigos.
La fe y la gracia no están divorciadas, es por fe que entramos a la gracia.
Romanos 5:2
2 Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Veamos por ejemplo la salvación, vemos como trabajan juntas la fe y la gracia.
Efesios 2:8-9
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Vemos aquí que tanto la gracia como la salvación vienen de Dios, y la fe es nuestra respuesta a esa gracia.
La gracia es el amor de Dios sin límites hacia nosotros, es Su favor inmerecido; la fe somos nosotros creyendo en ese gran amor hacia nosotros.
La salvación viene de parte de Dios por la obra terminada de Jesucristo.
La fe viene por el oír la Palabra de Dios (Romanos 10:17).
Entonces vemos que la gracia y la fe van de la mano para recibir la salvación que viene de Dios.
Y nuevamente en Romanos 4:16: "Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros."
Así que la fe no es una obra sino una respuesta al escuchar de Su gracia para nosotros.
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