En este devocional Joseph Prince nos muestra la importancia de no ser ignorantes de todos lo beneficios del nuevo pacto de gracia que tenemos en Cristo, sino que adquiramos conocimiento de todos los beneficios que tenemos en él.
DÍA 38
Conoce los Derechos de tu Pacto en Cristo
Versículo de Hoy
Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento...
- Oseas 4:6
No puedo dejar de enfatizar que crucial es hoy para un creyente saber que está bajo el nuevo pacto del favor inmerecido de Dios y no más bajo la ley. Muchos creyentes buenos, sinceros y bien intencionados son derrotados hoy a causa de su falta de conocimiento del nuevo pacto y de todos los beneficios que Jesús compró para ellos en la cruz.
Lo que necesitamos es una mayor revelación y conocimiento de Jesús y de todo lo que Él ha hecho por nosotros.
"Pero, Pastor Prince, no deberíamos estar mirando los beneficios cuando creemos en Jesús."
Me alegra que hayas tocado ese punto. Vamos a ver lo que el salmista piensa sobre eso: "Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila" (Salmos 103:1-5).
Amado, éste es el corazón de Dios. ¡Él quiere que recuerdes todos los beneficios que Jesús compró para ti con su sangre! Su corazón está en verte disfrutar cada beneficio, cada bendición y cada favor de él en el nuevo pacto de Su gracia. El perdón de los pecados es tuyo. La salud es tuya. La protección divina es tuya. El favor es tuyo. ¡Las cosas buenas y la renovación de tu juventud son tuyas! Todos ellos son regalos preciosos del Señor para ti, y Él tiene una alegría indecible cuando te ve disfrutando de ellos y teniendo éxito en la vida. Pero es la falta de conocimiento de lo que Jesús realizó en la cruz que le ha robado a muchos creyentes la posibilidad de disfrutar de esos buenos regalos y beneficios.
Esto me recuerda una historia que leí sobre un hombre que visitó a una señora pobre que estaba muriendo. Mientras él estaba sentado cerca de su cama en medio de una parte entintada de su casa destruida, un solo cuadro colgado en su pared descascada llamó su atención.
En vez de una pintura, el marco contenía un pedazo de papel amarillento donde algo estaba escrito. Él preguntó a la señora sobre ese pedazo de papel y ella respondió: "Bueno, yo no sé leer, entonces no sé lo que dice. Pero hace mucho tiempo, trabajaba para un hombre muy rico que no tenía familia. Antes de morir, él me dio este pedazo de papel y lo guardé como recuerdo suyo durante los últimos 40 o 50 años." El hombre echó un vistazo más de cerca en el contenido del marco, vaciló por un instante, y después le dijo: "¿Sabes que en realidad éste es el testamento de aquel hombre? Él te nombra como la única beneficiaria de todas sus riquezas y bienes!"
Durante unos 50 años, aquella señora había vivido en una miseria extrema, trabajando día y noche para conseguir con dificultad una existencia miserable para sí. Durante todo ese tiempo, su propia ignorancia le había robado completamente una vida de riquezas y lujo de la que ella podría haber disfrutado. Esta es una historia triste, pero lo que es aún más triste es el hecho de que esta tragedia ocurra todos los días en las vidas de creyentes que no entienden la herencia que Jesús dejó como testamento para ellos cuando entregó su vida en la cruz.
Lo que necesitamos hoy no es de más leyes para gobernar a los creyentes. Necesitamos una mayor revelación y conocimiento de Jesús y de todo lo que Él ha hecho por nosotros. En Oseas 4:6, Dios lamentó: "Mi pueblo fue destruido porque le faltó el conocimiento..." Que no estemos entre esas personas. En vez de eso, seamos un pueblo que está lleno del conocimiento de Jesús, de su persona, de su amor y de su obra consumada. No permitas que tu ignorancia continúe robándote. ¡Descubre hoy todo acerca de los derechos de tu pacto en Cristo!
Oración de hoy
Padre, te doy gracias porque has perdonado todas mis iniquidades y has curado todas mis enfermedades. Gracias por redimir mi vida de la destrucción, coronándome con tu dulce amor y tus tiernas misericordias, y satisfaciendo mi boca con cosas buenas, de tal manera que mi juventud es renovada como la del águila. Ayúdame a recordar todos estos beneficios cada día, y muéstrame más de Jesús, de su obra consumada y de los derechos de mi pacto con Él.
Pensamiento de hoy
Bendeciré al Señor y no me olvidaré de ninguno de sus beneficios.
Tomado del libro 100 días de favor de Joseph Prince
Puedes leer aquí las entradas anteriores:
Día 37 - 100 Días de Favor (Joseph Prince)
Puedes leer aquí las entradas anteriores:
No hay comentarios:
Publicar un comentario