domingo, 2 de agosto de 2015

No eres tú, es lo que Él hizo por ti


Gálatas 3:1-5
1 !Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?
2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?
3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano.
5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?

Algo tan sencillo pero que a veces no nos damos cuenta.

Pablo había estado predicando en Galacia presentando el Evangelio de Jesucristo, es decir, la obra completa de Cristo. Cristo fue presentado como crucificado, muerto, sepultado y resucitado.

Pero llegaron los judaizantes trayendo un evangelio diferente, diciéndoles que si no se circuncidaban y guardaban toda la ley de Moisés no podían ser salvos.

La ley siempre trae algo más, en la historia del joven rico podemos ver esto claramente:

Mateo 19:16-22
16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

El joven rico había cumplido toda la ley, pero Jesús le dijo que le faltaba algo. La ley nunca logra cumplirse totalmente, siempre falta algo más.

La ley nunca puede perfeccionar al hombre solo mostrar su imposibilidad de cumplirla.

El día de hoy el creyente ya no está pensando tanto en la ley de Moisés sino en un sistema de obras por medio del cual poder justificarse a si mismos ante Dios; basando su salvación en las cosas que hacen y no en la simple fe en Jesucristo.

Pablo les da aquí un jalón de orejas: "Escuchen bien, ustedes empezaron bien, comenzaron por la fe en la obra de Jesucristo por ustedes y ahora van a seguir un pograma de obras para justificarse?"

Debemos entender que no es lo que hacemos nosotros lo que nos justifica ante Dios, sino la obra que Él mismo inició a través de Jesucristo.

Efesios 2:8-9
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.

No es lo que nosotros hacemos, es lo que Dios hizo a  través de Su gracia por medio de la obra de Cristo Jesús en la cruz, lo único que debemos hacer es creer en esa obra y no depender de ustras propias obras.

No es lo que nosotros hacemos es lo que Dios hizo por nosotros por medio de Cristo.  

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